SEGUIR VIVIENDO SIN TU AMOR
De repente, la luz del lugar se difumina, y todo es silencio.
Otra luz se concentra en un lateral del escenario, e ilumina a una mujer que con paso firme llega al bar. Ella, Laura, saco rojo, pantalón pata de elefante. Se sienta, pide un café; y en un descuido, su cartera se cae... Y justo pasa él; Pablo, un amor del pasado, que tras un hola qué tal, que fue de vos, qué hiciste todos estos años, te acordás de cuándo esto, aquello: ambos detienen el mundo.
Brotan los recuerdos, café por medio. Ahí, Laura y Pablo, de cuarenta y tantos; y más atrás, como una llama avivándose; y que nunca se apagará, Laura y Pablo, adolescentes, siempre soñadores.
El tiempo se congela: la música invade el lugar; explota en el Centro Recreativo. Laura se transforma, y reza por mí, y por vos, por ella: se enciende de amor.
Laura que cura sus heridas. Y la Orquesta Municipal, con su director Pablo de Rosa, y todos sus músicos a pleno; y los integrantes del Coro Juvenil Municipal, y las bailarinas de la Escuela Municipal de Danza; y los actores. Todos ellos, en escena. Sintiendo que la música une y se disfruta.
Así, en una noche mágica; y con Rezo por vos, de Charly García, arrancó Seguir viviendo sin tu amor, un musical de rock, producido por el Complejo Municipal de las Artes; en esta segunda producción inédita para la ciudad, y la región; en un espectáculo diseñado, y armado desde la Dirección de Cultura, como lo fuera "La Granja llega a Laprida", en 2018; que vieron más de 3500 espectadores.
Setenta artistas en escena dieron vida a este musical que contó con la participación de profesores y alumnos del staff del Complejo Municipal de las Artes.

Con una historia que fueron narrando Laura y Pablo, interpretados por Claudia Alonso y Fabián Fernández Madero, en su adultez; y Tomás Pardal y Lourdes Guridi, en su adolescencia; y a través de canciones del rock nacional e imágenes emblemáticas de una época que iba en un recorrido musical de las décadas del 70, 80 y 90, con canciones como Flaca, de Andrés Calamaro; Lollipop, de Viuda e Hijas de Roque Enroll; La bestia pop, de Los Redonditos de Ricota; Juntos y a la par, de Norberto "Pappo" Napolitano; Mil horas, de Los Abuelos de la Nada; Sin documentos, de Los Rodríguez; Te vi en un tren y Tu cárcel, de Enanitos Verdes y por Seguir viviendo sin tu amor de Luis Alberto Spinetta.
Cinco años de la Orquesta Municipal, y un crecimiento que se palpa en cada una de sus presentaciones, que sus alumnos/músicos disfrutan desde lo lúdico musical junto a sus profesores que les enseñan a ejecutar los distintos instrumentos. Un sueño hecho realidad que no para de crecer. Y que brinda momentos tan gratos como la emotiva despedida de uno de sus integrantes, Juan Manuel Praiz, que recibió un reconocimiento. Entonces se instala el recuerdo de aquellos niños y niñas que fueron creciendo, a la par de que iban dominando los instrumentos: la batería, el teclado, los vientos, el bajo. A los que en algunos casos, de tan niños apenas podían manipular.
Cinco años del Coro Juvenil Municipal, y sus voces; que se suman y crecen en sus presentaciones; en cada lugar que se presentan.
Tres años de la Escuela Municipal de Danzas, que crece también en alumnas que participan de las distintas modalidades de la danza; y que incorpora con sus profesoras, que educan en la danza y sus valores.
También, y si bien integran la Orquesta Municipal, las ganadoras del concurso Las vocecitas del 130º Aniversario, Josefina Calleri y Paloma Arístegui, que además de integrar la Orquesta, ya dejan entrever un promisorio futuro musical, pero más aún de disfrute y de compartir con música; camino que ya recorre Valentina Torres, quien también pone su voz en la Orquesta, y nos ha representado con su talento en los Juegos Bonaerenses.
El arte como motor de crecimiento y desarrollo personal en vivo; y compartiendo junto a las familias y la comunidad de Laprida, en el marco del Cierre de los Talleres Culturales 2019. Que no dejan de crecer en calidad y cantidad, y abarcan todos los gustos y edades.
Seguir viviendo sin tu amor, contó con la Dirección Musical de Pablo De Rosa, la Dirección Teatral de Hugo Hoggan, la dirección Coral de Franco Basili y Ruth Fredes; la Puesta en Escena de Danzas a cargo de Alejandra Casemayor, Aimara Larraza, Florencia Pereyra y Emilia Venzi. Y la escenografía por el Equipo de la Dirección de Cultura.
Que viva la música, la danza, el teatro. El arte. La cultura. Que sí: es la sonrisa.


